Una niña huérfana e indeseada, juzgada durante años por su apariencia, halló un hogar para siempre con una maestra de escuela secundaria de Cincinnati, Estados Unidos.
Kristin Williams es una mujer soltera de 44 años quien siempre había deseado tener hijos. Su primer acto de fe fue en el 2012 cuando pagó 28.000 dólares para traer a casa a una niña de Nepal, pero Williams recibió noticias desgarradoras.
Poco después, Williams conoció a una joven llamada Munni. Munni tenía entonces casi 5 años y era originaria de la India. Inmediatamente, William notó que algo era diferente en Munni. La chica era víctima de abusos extremos, la cara y el cuerpo de la niña presentaban cicatrices físicas del profundo dolor por el que había pasado.
En una entrevista, la orgullosa madre dijo lo siguiente:
Vi su rostro y fue como si una corriente eléctrica se hubiera disparado y me hubiera golpeado en el corazón. Ella era todo lo que yo estaba buscando, y terminó siendo todo lo que necesitaba.
En el 2013, Munni llegó a casa con Kristen y, apenas un año después, decidieron adoptar a Roopa, una niña de 3 años tambien de la India.
Roopa había experimentado dificultades de violencia de la misma manera que su hermana. De hecho, la habían dejado morir en una pila de basura donde perdió los labios y la nariz a manos de animales e insectos hambrientos. Al igual que Munni, Roopa había sido pasada por alto para su adopción debido a su apariencia.
Con una nueva madre y hogar, las niñas recibieron una sorpresa especial el año pasado. Un grupo de médicos escuchó las historias de Roopa y Munni y decidió dar a las niñas un regalo inolvidable. ¿La sorpresa? Les donarían a las dos niñas la remoción de cicatrices cosméticas y una cirugía reconstructiva y una prótesis nasal.
Las niñas ya eran vistas como hermosas a los ojos de su madre, pero las cirugías les permitirán enfrentar menos preguntas sobre su pasado y avanzar con más rapidez hacia un brillante futuro. Fuente: https://fabiosa.es